Facebook suspendió de su sitio a una empresa de análisis de Boston y afirmó que está investigando si los contratos de la compañía con el gobierno de Estados Unidos y una organización sin fines de lucro rusa violaron sus políticas, informó el Wall Street Journal.
La firma, Crimson Hexagon, asegura que su plataforma permite a sus clientes, entre los cuales figuran grandes corporaciones estadounidenses, analizar audiencias y rastrear la percepción de la marca y el desempeño de la campaña.
Citando a personas familiarizadas con el negocio, el WSJ dijo que los contratos gubernamentales de Crimson Hexagon, que extrae información pública de Facebook, no fueron aprobados previamente por la red social.
Desde 2014, agencias del gobierno de Estados Unidos pagaron a Crimson Hexagon más de 800.000 dólares por 22 contratos, señaló el diario citando datos públicos.
Crimson Hexagon vendió su plataforma de análisis patentada en el extranjero, que incluye a Turquía y Rusia, donde en 2014 trabajó con una organización sin fines de lucro vinculada al gobierno, informó la publicación la noche del viernes.
Señaló igualmente que la compañía parece haber recibido al menos una vez datos privados del servicio de Instagram de Facebook.
De acuerdo a un portavoz de la red social citado por el Journal, "en base a la investigación" llevada a cabo por Facebook "hasta la fecha Crimson Hexagon no obtuvo ninguna información de Facebook o Instagram de manera inapropiada".
Chris Bingham, un ejecutivo de Crimson Hexagon, escribió en un blog el viernes que su compañía solo recopila datos de redes sociales a disposición del público, un acto "completamente legal".
Bingham sostiene que su empresa rutinariamente investiga a clientes potenciales del gobierno para asegurarse de que cumplan con las políticas de sus "socios de datos" como Facebook.
"Por ejemplo, existen sensibilidades especiales sobre cómo las agencias gubernamentales pueden usar datos públicos en línea, a pesar de que esos mismos datos son de libre acceso para otros", escribió.
Facebook reconoció este mes que enfrenta múltiples consultas de reguladores estadounidenses y británicos sobre un escándalo relacionado con la consultora británica Cambridge Analytica.
La red social admitió que Cambridge Analytica, que trabajó para la campaña del presidente estadounidense Donald Trump en 2016, pudo haber secuestrado datos de hasta 87 millones de usuarios. La firma, que niega las acusaciones, se declaró en bancarrota en Estados Unidos y Gran Bretaña.